No quiero compartir tus labios
mas que con un lápiz de color.
Tampoco comparto sino es con el agua
tu reflejo y sino es con silencio, tu voz.
Tan solo comparto tu mirada, conmigo,
porque de mirar a otro
transforma en delito lo que una vez
fue solo delirio.
Pétalo a pétalo, rosa a rosa, caen en el olvido,
ya no mirare mas estrellas fugaces ni desearé
pues mi único deseo es estar contigo,
pero si a una puesta de sol he de pedir
también designios,
pediré en dos vidas mas de lo mismo.
Oh cielo, que entre embalsamados te pierdes,
restando atención al presente recién
y atendiendo quizá al pretérito elocuente,
de sus besos.
Los que fueron solicitados,
mas no remunerados,
nada intensos, si muy gratos
y a ratos, solo un pasatiempo.
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