
Y se fueron, sus sonrisas, sus gestos, mis sueños. Por los suelos, mis tonterías, sus anécdotas y algún que otro pero. Y en el ropero, el destino se ha cambiado su sombrero y se ha puesto serio, disfrazado de etiqueta, con su corbata y su chaqueta y aires de funeral. Hoy ha sido el...