Como última lluvia de otoño, caíste.
Cual estrella fugaz y polar.
Regresando de Oriente a Occidente,
siendo rebelde y sabiendo que siente.
El aneurisma de una sociedad ininteligible.
Azote de los prejuicios y de las justas causas.
Con muchas lecciones para dar y regalar,
pero aceptando lo incomprensible.
Esencia especial en frasco pequeño.
Creyente indeleble del volver a casa,
y de que el tiempo es todo locura.
Y aun ser capaz de ver en la noche
con cuatro tequilas de más,
buscando la cura para un mal de a ratos
incluso en la noche más oscura.
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