Me siento delante de un recuadro en blanco una noche más con una reflexión que contar. Hoy noche de eclipse lunar, dicen que no se volverá a ver la luna rojiza hasta 2018. Para entonces ya habrán pasado muchas cosas en mi vida. Incluso puede que se acabe el mundo como aventura el calendario maya. Todo puede ser. En cualquier caso, mi reflexión es la siguiente, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Y eso es justo lo que quiero hacer y no he hecho.
Olvidémonos de eclipsar nuestra propia vida, todos sabemos que aunque haya un eclipse, la luna sigue ahí, no se ha movido, solo está oculta, como la verdad y la voluntad en ocasiones no debiendo ser de tal modo.
En cada situación de nuestro día a día siempre hay algo mejorable, algo que no quedó como esperábamos o que simplemente no hicimos. Pero “y si…” y si hubiéramos invitado a nuestro amigo pudiendo hacerlo, y si nos hubiéramos presentado a un examen, y si, por lo que sea alguien a quien estimamos mañana no está para que le demos un abrazo y le digamos lo contentos que estamos de haber tenido oportunidad de conocerle o de compartir parte de nuestra vida con esa persona.
Y si, cuando queramos darnos cuenta de que debíamos haber hecho algo, ya no hay tiempo para hacerlo, ya no hay ocasión. Desde decirle a una chica “me gustas mucho” hasta recriminar a un amigo por no haberte dicho algo que debía haberte dicho. Todas esas cosas son acontecimientos inacabados, son como un día sin sol, les falta algo. Nos falta algo en nuestros adentros. Nos falta tener el poder de hacerlo, la facultad o el valor de hacerlo. Hemos de hacerlo.
Las cosas que acaecen sin esos eventos solo desembocan en una vida poco menos que insustancial. Nos vemos ahí plantados con “X” años viendo como se nos escapan las ocasiones por nuestra culpa o porque, cosas que pasan, así es la vida. Pero podemos cambiar muchas de esas situaciones.
Solo es necesario que nos salga de dentro, que aportemos nuestro granito de arena al gran montón, que escribamos la palabra que falta en el texto de nuestra historia particular, que cedamos cuando hayamos de ceder en interés de nuestros allegados sacrificando en justa medida nuestro interés personal, que le digamos a esas personas los contentos y orgullosos que estamos de conocerles y sobre todo que demostremos para con nosotros mismos, que somos capaces de desearnos lo mejor a nuestra propia persona para así disfrutar cada momento, por muy efímero que resulte, para unir todas las piezas de ese puzle que somos cada uno de nosotros.
Ahora, y para todos, para mí también, pondré una frase inacabada para cerciorarme de poder acabarla cada día con aquello que pudiera haber mejorado para tal vez así, algún día, dejar de cometer el mismo error y evolucionar en algo mejor, porque eso es lo que somos, personas, y estamos para mejorar el mundo en el que vivimos, empezando por nuestra propia persona. Por eso yo, fulanit@ de tal, soy consciente de que he hecho ___ pudiendo haber hecho___ y en el futuro, tratare de cambiarlo.
D.P.
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