julio 19, 2011

Un poco más. (por Francisco Joaquín Sampere Buyolo)





Otro texto de este gran pensador y amigo de solo 24 años. He de felicitarle por el texto dado que yo mismo llevo días con una sensación muy similar y no encontraba el momento ni la forma de expresarlas, gracias por ello.  
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En estos momentos en los que no encuentras ningún sentido a la vida, en los que sientes un vacio interior que nada puede llenar, en los que un apretamiento en tu pecho no te deja vivir, en los que te levantas por levantarte, en los que duermes por dormir y no por soñar, en los que recuerdas paso a paso cada uno de tus errores, y en los que pese a todo no te arrepientes de nada y volverías a tropezar una y otra vez en la misma piedra; sólo en estos momentos en los que pese a querer levantarte un yugo enorme te lo impide, en los que no importa los pasos que des porque sigues perdido y no sabes hacia donde t diriges; en los que ni la salud acompaña, en los que la amistad se debilita y parece no servir de nada, en los que no dejas de moverte para no pensar y pese a todo no dejas de pensar; en los que quisieras poder arrancar una parte de ti y arrojarla, en los que el vacio y la nada se apodera de tu vida y te conviertes en esclavo de ti mismo y de tu forma de ser; tan sólo en aquellos momentos en que las piernas ya están cansadas, en los que tu espalda ya no soporta el peso de los recuerdos, en los que tus manos ya no se quieren aferrar a nada y te sientes abatido, medio moribundo, sin nada que poder hacer para lograr lo que deseas, sólo y tan sólo en esos momentos es cuando la vida da las mejores lecciones que duraran el resto de nuestra existencia; esta es mi última esperanza para seguir sobreviviendo a mi propia existencia y por ello recuerdo lo único que aprendí de un viejo compañero de viaje que se apeo de mi caminar….. “un poco más, siempre un poco más; pese a todo siempre hay que aguantar un poco más”. Y tenía razón, porque la esperanza vive en nuestros corazones marcada a fuego, y pese a no encontrar un camino que seguir o una ilusión por la que respirar mientras que un solo corazón continúe latiendo, por lento que sea, la esperanza de algo mejor continuara viva y sólo podrá morir con nosotros y sólo eso nos mantendrá vivos; el día que pierda la esperanza, habré muerto.



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