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enero 14, 2023

Navidades en Canadá


Miro y hasta donde me alcanza la vista el suelo se tiñe de blanco,
Alzó la vista y el cielo parece una almohada desplumada.
El agua cuelga de los tejados en forma de obra de Dalí.
Niños y no tan niños se disfrutan lanzándose proyectiles de lo que, sino me equivoco, es una auténtica arma blanca. 
"C'est la vie" oigo por detrás, estos cabrones hablan aleatoriamente dos idiomas sin que sepas exactamente en qué punto se habla una cosa o la otra. 
Me vienen recuerdos de Bélgica, pero aquí no funcionan los datos así que no queda otra que disfrutar sin interrupciones.
No tengo muy claro como he acabado en el otro lado del charco sin habérmelo planteado pero eh, allá que vamos.
No son las navidades que esperaba pero si unas que recordaré.
Llegamos un grupo de gente con evidentes problemas mentales pero que, sin embargo, de algún modo generamos una sinergia digna de estudio psiquiátrico.
La vida tambien son estas mierdas de lanzarse al vacío. Y no ha estado mal. Que coño, ha sido la hostia.
Excepto el maldito T-Rex de Regina, menuda basura. Más falso que las costillas de marca blanca.
Pero no todo iba a ser pasar un frío de cojones a menos ochenta mil grados en un sitio donde, fuera de bromas , hacia más frío que un iglú en el polo norte.
Eramos una banda para vernos pero eh, tenemos suerte después de todo. Y no me refiero solo a los sitios donde íbamos sino a la maravilla que era estar perdidos todos juntos.
Esa mierda no se compra con dinero. Quedarte atrapado en un parlamento regional para evitar morir de congelación.
 El señor de seguridad asegura que en verano allí hace casi cuarenta grados. Ochenta grados de diferencia. Wtf. 
En fin, que nos vamos a Montreal, de risas. Con la música a otra parte. A no hacer nada en otro sitio.
 Llegamos, mazazo a nuestra banda de delincuentes, la mitad a un sitio la mitad a otro. 
 No es lo que habíamos planeado, pero dudo que los que mandan tampoco lo supieran. 
 Así que nos toca interactuar con otras personas después de todo. Mi hotel no tiene piscina pero tiene barra libre una hora al día. 
 Unos se sumergen en agua y yo en cerveza. Not bad. 
 Y ahí vamos, interactuando y añadiendo personas bonitas a nuestro repertorio de videocassette mejores éxitos 1995. 
 Es en ese momento cuando me doy cuenta de dos cosas importantes: los de mi empresa son unos incompetentes y en mi trabajo todo y todos vamos y venimos de manera casi fugaz y sin pretenderlo que te puede pasar lo que a mí.
  Conoces a dos personas geniales. Una se va al poco de llegar tu. En el segundo episodio soy yo el que se va. 
  Demasiado temprano, casi había tocado con los dedos el éxito de encontrar alguien con quien ser tonto y alcohólico a la vez sin reservas.
   Pero bueno es de mi ciudad así que coincidiremos de nuevo. 
   Volveremos como los años ochenta que siempre vuelven.
   Gracias a cada persona con la que coincidí en este viaje, pero sobre todo a los canadienses que me crucé en los pasillos de los supermercados y que no saben decir gracias pero si cerrar todos los bares a las 2 am en nochevieja. 
   Es broma, ha estado bien. Le doy mi like a estas semanas tan originales que guardaré en mi corazón cual persona con síndrome de Diógenes.
    Esto es para toda la afición: suuuuuuuuu.
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diciembre 16, 2022

Cuestión de suerte


A veces cuando más jodido estás es cuando te das más cuenta de la gente maravillosa que tienes a tu alrededor para llamarte o mandarte un mensaje preocupándose por ti y deseándote buena suerte mientras te motivan a salir a buscarla. Y lo cierto es que tienen razón. El mundo no va a cambiar y tu suerte tampoco si te quedas lamentandote de tu mala fortuna. Las cosas se consiguen andando hacia delante, deprisa o más despacio pero siempre hacia delante. Y es importante marcarse objetivos, metas y sueños por cumplir por muy lejanos o difíciles que estos parezcan. Vence tus miedos, sal ahí afuera y persigue tu propia buenaventura. 
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La sintonía


En las relaciones, a veces las dos partes se escuchan bien y suenan a la par. Pero a veces se lían, se rompen los dos o solo uno de ellos mientras el otro sigue en su sintonia pensando que todo está bien sin darse cuenta de que lo que antes eran dos, ahora es uno. A veces se atraen, otras veces nacen y viven separados, por su cuenta, y solo a ratitos se unen en un espacio para recargar pilas y volver a sonar por su cuenta. Aunque incluso entonces, suenan a la par. Otras veces estamos tan ocupados que solo escuchamos lo que sale de uno de ellos, olvidándonos de que el otro sigue ahí, callado, esperando su turno para poder sonar de nuevo. Podríamos hablar de auriculares, pero hablamos de personas. 

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abril 21, 2022

Je ne sais pas

 


Anoche me paré a pensar en lo que la gente dice sin decir, en el afán de tener el control a la vez que se deja todo escapar, y en su nuevo plan antagónico, ser un nihilista de sofá esperando doscientos me gusta y un mensaje que nunca llegan mientras gritas en silencio buscando atención y cariño en los sitios y personas equivocados.

Tengo la ligera sensación de que muchas personas ya no piensan en los demás, pero tampoco piensan en sí mismas. Simplemente no piensan, no realizan ese sano ejercicio que supone darle vueltas al coco. 

La gente solo se queja, con o sin motivo, a otras personas a las que tampoco les importa nada en absoluto lo que les tengas que decir y que, en muchas ocasiones, solo guardan silencio mordiéndose los labios, esperando su turno para soltarte su basura y que seas tu el que termine por ahorrarles la sesión del psicólogo.

Y que hay de ti, pensarás, pues de ti, o de mi, no hay nada. Solo te queda volver a tu casa con menos dinero y tiempo porque tu inversión de ambas ha sido a caballo perdedor y nadie te los va a devolver. Pero al final, eso ni siquiera importa. 

Lo realmente importante es que, con todo, tu te quedas igual de triste o más, porque comprendes que además de ti, las personas de tu entorno también están perdidas, y que, lejos de poder ayudaros los unos a los otros, solo vagáis de un lado a otro buscando un teléfono de la esperanza.

Y lo peor, es que no hay esperanza sin inteligencia suficiente como para comprender lo que se ha de hacer. La famosa "inteligencia emocional". Si, esa que se suele mentar en conversaciones referentes a relaciones amorosas y que nadie tiene ni idea de que es, es el OVNI de nuestros días, pero que también ha de ser aplicado a la relación sentimental mas importante que tenemos, la nuestro con nosotros mismos. 


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abril 07, 2022

Time-less


Una cosa magnífica del tiempo es que recorre todas las distancias y llega a todos lados y a todas y cada una de las personas. Inexpugnable, inalienable y a veces, ininteligible.

Nada ni nadie escapa de sus dominios y a menudo recibe muchos y diversos nombres. Café, cita, cigarro, comida familiar o incluso, karma. 

Puedes ser tan bueno o malo como desees que todo sucederá a tu alrededor sin que puedas detenerlo o si quiera percibirlo. Un nuevo trabajo, un nuevo amor o un accidente de coche.

Todo se mueve, la rueda gira y no entiende de monarquías ni de relaciones truncadas. Y yo me pregunté, ¿como afrontar una verdad tan grande?

Fue en aquel día soleado cuando entendí que el tiempo, en realidad, nunca va a perderte de vista y que cada paso que des es una marca en su historia. 

Una pequeña marca en algún lugar de la base de los días que vendrán después. Y que la vida no consiste en evitar cumplir años sino en sentirse afortunado por cada uno de ellos. 

Porque con cada uno, estamos un poco más cerca de ganar nuestro pequeño hueco en ese rincón que algunos llaman paraíso y al que yo prefiero llamar "vida plena". 
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abril 03, 2022

Antes de que me vaya


He estado pensando, en ti, en mi, en la vida y los caprichos del destino, si es que tal cosa existe.

Antes de que me vaya hay algunas cosas que me gustaría contarte.

Nunca fui bueno comunicándome con las personas, y tu no fuiste una excepción. Nunca supe realmente como transmitirte mis sentimientos y emociones sin molestarte o sin parecer justo lo contrario de lo que tenía en mente.

Nunca fui un inocente corderito que esperaba a su pastora. Pero tampoco fui el lobo. Siempre que tuve ocasión de sacarte una sonrisa lo hice porque, egoístamente, quería verte sonreír. Incluso aunque tu te empeñases en no hacerlo. 

Siempre te he querido, y siempre te querré. Desde el momento en que te vi y hasta el día, ojalá lejano en que no te vuelva a ver más. Eso nunca va a cambiar. 

Con el tiempo, aprendí que ese cariño podía ser lo que los dos quisiéramos que fuese. O lo que pudiéramos, admitámoslo, nunca fuimos precisamente claros el uno con el otro, o nunca estuvimos en el momento adecuado. 

Pero siempre hubo y habrá ese cariño que permanece inalienable entre nosotros dos. Por momentos fuiste mi amiga, nadie en absoluto o el amor de vida. Todo se ha prestado en estos aproximadamente 13 años que nos conocemos. 

Quiero que sepas que ahora me voy, como ya me fui antes, pero volveré, como ya volví muchas veces. Como la lluvia en primavera pero quizá algo menos reconfortante (jeje).

Me gustaría que supieras que te quiero, mucho, mucho mas que muchísimo. Y que, para mí, tu eres perfecta. 

Con todos tus defectos y virtudes. Con tus complejos de culo y otros tantos no visibles para quien no sabe verlos. Con tu tic en el ojo cuando tienes una mala racha. Con tu cara de frustración cuando las personas reaccionan de manera distinta a como esperabas que lo hicieran. O como la cara que pones cuando mencionas algo en tono de pregunta para burlarte de mi. 

Con tus dudas y con tus certezas, con tu futuro impredecible pero todavía por escribir por la mejor autora, tu. Con tu fe en las personas y con tu perdón incondicional a quienes en algún momento te hemos fallado. 

Hay mucho de belleza en ti, y no solo porque siendo preciosa carezcas de ese aire pretencioso y vanaglorioso de muchas otras personas con una cara bonita. También porque tienes un corazón bonito, y puro. Y eso en este mundo en el que vivimos vale aproximadamente dos mil quinientos millones de te quieros. 

Con todo esto solo quiero decirte lo que ya sabes pero nunca atreviste a creer de mis labios.  Te quiero, y eso no cambiará nunca. No puedo fingir que me parece bien que estés compartiendo tus segundos con otra persona, no solo porque esa persona no te valore como lo hago yo ( y me refiero al respeto, a ninguna otra cosa), sino porque para mi, la felicidad lleva tu nombre y ningún otro. Y porque en un mundo perfecto tu serías mi Pam, y yo tu Jim. Disfrutando de las cosas cotidianas, juntos, riéndonos de las chorradas de las que siempre nos hemos reído, pero compartiendo mucho mucho mas. 

Me gustaría que hubiera una forma de vivir en ese pasado genial antes de que se volviera pasado. Pero lo cierto es que no hay pasado al que aferrarse pero si un futuro gigante todavía por descubrir. 

Y, la verdad, no sé si estarás tu en el o yo en el tuyo, pero ojalá que así fuese. Porque no me imagino teniendo una vida en común con nadie que no seas tú. Ni quiero hacerlo. Te quiero a ti, ahora, en un mes y en cincuenta años. Tenía que decirte todo esto para poder marchar en paz, y volveré cada vez que pueda, aunque ojalá fuese a ti. 

Gracias por haber sido tanto para mi, y te deseo la mayor de las suertes en tu futuro más próximo, con tu pareja, tu casa, tu trabajo, tu vida y todo lo demás. Por si acaso yo ya no vuelvo a formar parte de ninguna de esas cosas. Aunque me gusta pensar que sí tienes un pequeño rinconcito en tu corazón en el que esa chica que se balanceaba en una ventana a la par que el que suscribe estas líneas sigue queriéndome con locura de la forma que sea.

Para ti,  con cariño, antes, ahora y siempre.

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marzo 13, 2022

Vida de Tormenta

 


Una vez oí que las críticas son las gotas de la tormenta que siempre se avecina pero para la que siempre estarás preparado bajo el paraguas de la verdad.

La vida que procede, aventura cambios apenas perceptibles e indelebles aguaceros de críticas suspendidas en el aire y que rebotan repelidas por la impermeabilidad de esa autenticidad tan brillante y tan tuya.

No en vano se lidia con rumores y autoproclamadas voces de la razón, que te empalagan con exclamaciones en tono reprobatorio y burlesco. Pero esa letanía de recelos tiene su fin como cualquier vida y momento dichoso y de paz.

Y todo lo que pudo ser mejor, y todo lo que pudo ser peor, acaba entremezclándose hasta crear una unión un tanto inverosímil para cuyo resultante puedes afirmar que se trata de locura, o también puedes entender que todo esto es un juego de niños y que la locura se soluciona, como muchos otros asuntos, con amor.

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marzo 10, 2022

Aprender


En esta vida aprendí, que el que menos tiene más da. Que los modales son estereotipos sociales por clases. Los ricos pueden ser maleducados aún a sabiendas de que lo son y sin embargo los pobres no saben que lo son y se les condena por ello. 

Aprendí, que las corbatas son los nuevos trajes de cortesano de una corte que ya no cabe en un solo palacio. Y que la altitud moral es solo cuestión de perspectiva, como la justicia de toda índole. 

Aprendí que científicamente nos atrae el olor de nuestra propia mierda pero que sin embargo, detestamos la de todos los demás. Y eso sirve para muchos ámbitos.

Aprendí, que mucha gente sabe hablar pero muy pocos saben escuchar o siquiera tienen el interés de hacerlo. Y que mientras nos abogamos en un cubo de agua la gente que peor lo ha pasado siempre siempre siempre, te recibirá con una sonrisa de oreja a oreja. Porque quizá tu eres ese pedazo bueno para el, y no lo sabes, porque nunca te has parado a pensarlo.

Aprendí que la vida consiste en una evolución gramatical, y no, no es ver, oír y callar. Es más bien prender, aprehender y aprender. 
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marzo 09, 2022

Más que retales



Descolgado, perdiendo el hilo, marchito, obstinado en lo distinto, refinado como el crudo, y para cruda, la realidad. 

Sintiendo mucho y sintiéndolo nada de nada.

 Recuperando recuerdos de tiempos peores, atrapado, sátrapa para conmigo mismo.
 Mi régimen y castigo: la libertad incondicional. 

Y de mientras, un café bombón para amenizar las etéreas tardes de marzo.

 Como un cuadro pintado en cuarzo y partido en cuatro, así me siento yo en el común denominador de mis días.
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marzo 08, 2022

Cambios



Y de nuevo la vida me lleva, por otros derroteros, los años ya pesan y me acercan a un sendero de besos que no di y un sinfín de hastaluegos. A cada solución, un problema nuevo, un trayecto distinto donde ni mi buen hacer ni mi instinto me guían por el sitio correcto. Así que me dejo fluir, porque aunque mire allá a lo lejos creyendo ver el final del río, siempre hay un punto de inflexión, y ahí amigo, ahí es donde reside lo más bonito del camino.

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marzo 03, 2022

Soliloquio

Hoy el mundo está en guerra y yo conmigo mismo, también. Me he dado buena cuenta de que últimamente no puedo evitar pensar en que mi futuro es demasiado incierto y, en cierto modo, es también demasiado tarde.

 "Otros ya están casados y con hijos". Con una casa grande y una hipoteca aún más grande a plazos fijos. Últimamente lloro en el silencio de la noche ante la expectativa plausible de morir solo mientras veo películas con final feliz. Unas son románticas y otras no. La vida me ha dado tantos palos que ya todo me sabe a nada. Realmente no disfruto de nada, ni de nadie, porque solo me limito a pensar en que algún suceso posterior me joderá el día.

 Justo ahora al presidente de Rusia le ha dado por invadir un país y matar a miles de personas y ha especulado con la posibilidad de usar armas nucleares. Y la verdad, ojalá alguien se cargue a ese tio que esta arruinando la vida de tantas personas inocentes. Pero eso me hizo pensar en cuanto valoro mi vida. Y la verdad es que he llegado a la conclusión de que una bomba nuclear no sería un final tan malo después de todo. Le daría algo de solemnidad a una muerte inerte.

 Un estar por estar y sin ambición de luchar más. Ya me estoy cansando. No puedo decir que haya tenido que pasar hambre ni otras cosas en exceso desagradables después de todo. Pero a veces, la soledad es también una auténtica tortura.

 Desde que volví a mi ciudad me siento como un completo desconocido. No tengo apenas amigos ni pareja ni relaciones interpersonales de ningún tipo. Y ya me cansa. Remar solo en una barca demasiado grande. Ser el que escucha pero nunca ser escuchado. Ser el que apoya, pero nunca ser apoyado. 

Me embriaga la impotencia de no poder salir de un pozo demasiado profundo en el que nunca imaginé terminar. Pero aquí estoy. Hundiendome en arenas movedizas y sin cuerda ni brazo alguno al que aferrarme. Y la vida es eso. Puedes saber cuánto desees que como seas distinto a ciertos baremos prepárate para una vida de inmundicia emocional y soledad impuesta. 

Y de otras cosas habrá medidas o puede que tengas experiencia y capacidad de afrontar la soledad. Pero la soledad se parece más a coger arena con la mano. Puedes coger toda la que desees que siempre habrá más. 
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octubre 03, 2021

tendencia plus






Ayer volví a abrir tinder... por tercera vez este año. Hablé con las paredes de mi propio subconsciente sobre las ventajas de no tener que acercarse a una chica con un pretexto igual de válido que un mitjá en Estocolmo. 

Y tinder me preguntó que como describiría yo. Que como me describo? Pues está claro, soy un puto incomprendido que acostumbra a disfrazarse de payaso... Y que más? Ah no, espera, que se trata de que le gustes a alguien. Mejor pongo "soy un tipo entrañable, amigo de sus amigos, gracioso...". Ya está, si con eso y un par de fotos apretando barriga no ligas es porque no quieres, es evidente.

Soy de esas personas que no tienen match todos los días. De los que esperan hasta perder la fe porque saben que como mucho serán el penúltimo de la cola en ser elegido para el team Maria. O Elsa..o como quiera que se llame la siguiente chica en hacerse una apañada agenda de "one night stands/fracasos en el amor sin motivo aparente".

Total, que estuve surfeando por entre los mares de almas rotas buscando consuelo durante un rato sin dar mucha cuenta de que clase de seres humanos tenía delante al otro lado. Como hacemos todos los usuarios imagino.

Y me di cuenta entonces de que usamos una herramienta que sirve para hablar y descubrir para ligar al más puro estilo primitivo pero cambiando el intermediario de un gin tonic a una app. Y de que, cual es el puto sentido entonces? 
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agosto 03, 2021

Ambivalencia

El mechero para abrir botellines de la única estrella que da alegría de ver en persona. El tinder para irse de picos pardos, la libertad, para tocarle las pelotas a otros individuos. 

El gel como champú, la tarjeta de crédito para celebrar la llegada de la nieve en cualquier aseo público. La botella de dos litros de cocacola para guardar agua en plan apocalipsis hidrológico. El Tupper como máxima expresión de la emancipación. 

Las mascarillas como coderas de último diseño, el instagram para contar tu irrelevante existencia, el teléfono como mejor amigo, la papelera del trabajo como canasta de mvp de la estancia cuando estás solo. 

La playa como aseo y la montaña como postureo, el culo de perfil y el cielo de adorno porque ninguna cámara puede hacerle una foto decente. 

El coche de habitación de hotel y las bengalas en una botella de máxima expresión del glamour donde antes fueron un sos de Robinsones al uso.

¿A qué estamos jugando? 
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julio 06, 2021

Sociedad Anónima y limitada

El mundo se va a la mierda. Y tú no te das cuenta. Ni falta que hace. Tampoco ibas a poder hacer nada con ese aroma a fracaso y falsedad que te envuelve y te escupe con cierto regusto a postureo vespertino de domingo. 

Disfrutas en la soledad de tu alma acudiendo religiosamente cada final de semana a tu cita con el vacío existencial compartido, en tu carruaje de varios miles de euros, que dependiendo del logo que lleve sucinto hace las veces de máquina de flirteo con premio seguro que ni es bote, ni es reintegro, porque para eso tuviste que serlo alguna vez. Y no es el caso.

Empleas la filosofía del "yosolosequenosenada" mientras mencionas a prolijos escritores o pensadores de cuya existencia no tenias constancia hasta que le diste a "compartir story".

 Y lloras las injusticias de los cachorritos perdidos, los homosexuales asesinados y los niños del tercer mundo que salen pidiendo algo que llevarse a la boca. Pero si para cambiar el mundo puedes empezar por ayudar al de tu izquierda, a ese no, a ese que le peten.

Eres urbanita ejemplar, de los que sólo pisan el campo si es con zapatillas del decathlon para hacer alguna clase de deporte que implique subir fotos nuevas y frescas y no conectar con tu "yo" interior. Porque en tu caso ese "yo" está más confinado que un inglés cerrao de pueblo donde no hayan llegado ni los textos de Christopher Marlowe. Pero eh, que una vez plantaste un ficus y menuda lluvia de likes. 

Ludópata de lo social (porque sociopata supone al menos conocer), algo que queda descartado ante tus ocho mil seguidores de los cuales conoces a 9 o 10 a lo sumo. Frena, stop, para, sooo. Que ni una puta pandemia mundial ha podido con tus ganas de perderte entre bambalinas.

 Va llegando la hora de que bloquees el móvil con el tinder y el parchís, y le prestes atención a tu déficit para formar parte de un grupo con un final no inexorablemente dramático. Aunque la verdad, lo dudo. 


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abril 13, 2021

Stop Crying your heart out

 

Hoy una reflexión que por ser obvia no es menos necesaria de hacer cuando perdemos de vista el horizonte que nos habíamos marcado. Puede que la vida nos de limones para hacer un zumo de naranja. Pero solo nosotros podemos elegir si ceñirnos a ese zumo o hacer otro distinto.
 Las opciones en la vida normalmente no son A o B. Por eso los exámenes tampoco lo son, porque la vida es más compleja y siempre tiene opciones C, D y E. A veces, no es fácil ver cual es la correcta.

 Pero si queremos averiguar la respuesta normalmente la única forma de hacerlo es lanzándote a un vacío de posibilidades que acostumbra a dar miedo a los menos osados y que se lleva consigo los espíritus aventureros de los más descerebrados. 
Sin embargo, como una buena borrachera, solo te sienta bien y te da las respuestas que buscas si lo haces estando en paz contigo mismo y con la finalidad de buscar felicidad y no olvido o razones para odiar. 

Por eso, respira, aguanta, pelea y sobrevive a todo ello sabiendo que mañana será un día mejor por las decisiones que decidas tomar en algún momento determinado y eso es lo único que te ha de importar. Saber que las cosas, situaciones, experiencias y personas llegan cuando tienen que llegar, ni antes, ni después, ni en el mejor o peor momento, solo y simplemente, cuando han de hacerlo. 

Y tu has de estar listo para poder asumir todo eso sin que se te pase el tren, porque si la felicidad fuese un tren, sería un expreso de medianoche, y como tal, suele pasar rápido, silencioso y en la oscuridad.  O como dirían los Gallagher: 

Aguanta,
no te rindas,
no tengas miedo.
Nunca cambiarás
lo que ha ocurrido y ya ha pasado.

Puede tu sonrisa
brillar.
No tengas miedo,
tu destino te mantendrá abrigada.

Porque todas las estrellas
se están difuminando.
Solo intenta no preocuparte,
algún día las verás.
Toma lo que necesites,
y ponte en camino,
y deja de llorar desconsoladamente.

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abril 03, 2021

Esas manías tuyas



Descapuchar el cigarro cuando termino de fumar mientras piso la ceniza todavía ardiente. Tirar un pañuelo como si fuera una bola de baloncesto y cerciorarme de que he encestado. Volver a mirar si he cerrado el coche apenas unos segundos después de haber cerrado y guardar las llaves con cuidado de no apretar de nuevo el botón.

 Quitarme el reloj cuando me tumbo y volver a ponérmelo antes de levantarme. Tocarme la barbilla mientras pienso en algo profundamente. Realizar un movimiento reflejo con la cuchara justo después de sacarla de la boca por si se me cae algo de sopa.

Pedir silencio inconscientemente cuando quiero escuchar alguna explicación de algo que desconozco. Realizar toda una serie de actos casi litúrgicos cuando voy a ponerme a ver una serie  o una peli que me gusta mucho.

Mirarme al espejo recordándome a mi mismo que soy super. Sonreír durante demasiados segundos después de que algo me haya hecho gracia o haya intentado simular que así era. Mirar una única estrella cada noche justo antes de irme a dormir...

¿Qué son las manías? ¿por qué nos condicionan el día a día? ¿Cuál es realmente el motivo de que necesitemos imperiosamente cumplir con estas acciones cuasi reflejas?

¿Es posible vivir sin eso? ¿influyen estos actos en nuestra "suerte" diaria? Si los cumples todos rigurosamente algo dentro de ti te dice que nada malo puede suceder. Pero si dejas alguno inacabado entonces prepárate para que se abran los cielos y te sucedan las peores eventualidades. 

Es curioso, como nos dejamos influenciar por nosotros mismos. Pero eso también forma parte de nuestro carácter y de nuestra idiosincrasia propia.

 Hoy invito a la reflexión y al debate con este tema aparentemente nada controvertido pero que, sin embargo, lo es mucho más de lo que pudiera parecer. 



 

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abril 02, 2021

I need a Hero



¿Alguna vez has cerrado los ojos, has vuelto a abrirlos y has podido sentir esa fuerza interior que te hacía percibir la realidad en derredor como si fuera una especie de juego tridimensional que modificaba tu visión haciéndote ver más allá de las cosas? Yo si. Si tu también entonces quiere decir que en más de una ocasión has intentado escapar del mundo que te rodea. Has intentado pintar un mundo mejor con pinceles que solo tu podías usar. Como si fueras el Miguel Angel de tu propia Capilla Sixtina.

Has sentido esa desconexión y ese desapego con todo y con todos porque nadie podía entender el universo que hay en tu mente. Posiblemente ni siquiera hayas hablado de ello con nadie, porque piensas que a tu edad hablarle a otra persona de que tienes un mundo superpuesto a otro como si fuera papel cebolla no suena demasiado cuerdo que digamos, ya sabes, estas pipiripipi de la cabeza. 

Pero, ¿y si no? ¿y si lo que tu sientes, esa fuerza, esa sensación de volar y de energías que recorren tu cuerpo y te colocan en medio de una escena en la que tu eres el que salva el día y sale en los telediarios como héroe enmascarado no es tan irreal? ¿y si te dijera que hay más como tú? ¿que, después de todo el dolor en silencio, resulta que no eres un dinosaurio extinto ni carne de psiquiátrico? 

Vivimos en un mundo donde el sentido común es el menos común de los sentidos. Donde la gente va de un lado a otro pero en realidad no va a ninguna parte. Donde la gente rechaza romper su frágil burbuja rutinaria por miedo a la incertidumbre que habita en cada esquina y en cada rincón de sus capacidades analíticas. 

Las personas, corrientemente rechazan pensar, huyen de pensar, huyen de soñar y enaltecen como sueños asuntos vacíos repletos de me gustas en sus redes sociales. ¿Cómo demonios iba a poder crear una realidad suprasensorial entonces alguien que rehúye tan eficientemente de todo lo que suponga estrujarse el coco? No puedes pedirle peras al olmo, como se suele decir.

Pero la verdadera cuestión es... ¿son ellos los locos o tú? y la respuesta no podría ser más sencilla. Tú eres el loco. Porque, ¿a quien se le ocurriría la remota idea de tener tanto que vivir y sentir que necesites crear un mundo a parte? La respuesta es SOLO A UN LOCO. 

Ahora bien, ¿es realmente negativo ser el loco de la película? Yo creo que no. Bajo mi humilde punto de vista entiendo que si vivo en una sociedad precaria en valores y en criterio ¿por qué habría de sentirme yo como el intruso al ser excomulgado de una fe ciega que solo calla y obedece a un sistema que no existiría ni en los sueños más húmedos de Orwell?

Eh, que no pasa nada, todo está bien, en su sitio, justo donde debe de estar. No te rompas en pedazos solo porque el mundo no te entienda. Eso no te hace peor, te hace distinto. Pero eso no es malo. Eres uno de esos pocos afortunados que ha visto la luz fuera de la Caverna y rema en la dirección acertada. Sabes mas que muchos, eres mucho más que muchos, y tu lo sabes, en tu foro interno sabes que tu tienes superpoderes porque nada ni nadie puede herirte en tu superposición de la realidad. 

Es ahí donde de verdad descansas, donde de verdad te sientes a gusto y en casa, ese lugar ficticio al que, irónicamente, realmente perteneces. Es donde perteneces y la única cosa que debes tener realmente presente es que si aparece otro superhéroe o superheroína en tu radar, has de saber verlo y brindarle tu apoyo para luchar juntos a capa y espada contra el crimen de un mundo que os oprime en silencio, desde el destierro y que no os entiende, ni falta que hace. 


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abril 01, 2021

(E)lección de vida

 


De la vida aprendí que las alegrías pueden venir en frascos pequeños o grandes. Que la vida son momentos insignificantes pero significados por algo que lo cambió todo. 

De la vida aprendí que el amor además de escribirse al revés que Roma, también se construye al revés, cuanta más violencia mas Roma y cuanto mas aprecio mas Amor.

De la vida aprendí que cuanto más se le quita a una persona menos tiene que perder y mucho mas que ganar. Incluso cuando no parezca justo, necesario o adecuado, la vida no te aprieta más de lo que puedas soportar.

De la vida aprendí que todo lo que sube baja, acciones, manzanas al aire o la moral.

De la vida aprendí que cuanto mas duele y mas daño te produce, más te mejora después, sea levantar pesas, recibir palizas en el colegio o cargar con una enfermedad.  Siempre un órgano sale reforzado, sea el bíceps, el cerebro o el corazón.

De la vida aprendí que cada segundo es un instante que atesorar y guardar en la retina. Nunca sabe uno hasta donde puede leer su horóscopo semanal.

De la vida aprendí que la justicia es relativa, las verdades son parciales y el bien y el mal son ideas inventadas por personas que ya no viven en un mundo que los ha tergiversado por completo.

De la vida aprendí que las palabras son las cuchillas más afiladas inventadas por el hombre. Y nadie necesita de una enmienda para forjar el cuchillo más poderoso con el mejor o peor de los fines.

De la vida aprendí que los idiomas son solo mecanismos que reflejan la idiosincrasia de las sociedades que los ostentan. En la mía hay más de cincuenta maneras de decirle a alguien que es imbécil.

De la vida aprendí muchas cosas, que nada ni nadie puede robarte tus ganas de vivir salvo tu mismo. Que somos prisioneros de nuestros mejores y peores días. 

De la vida aprendí que quien mas ríe es también quien mas llora, porque sentirse más vivo implica también exponerse más a los sentimientos de pérdida.

De la vida aprendí que vivir es un infinitivo finito, pero infinitamente moldeable con la fuerza de voluntad. Y que la suerte no existe, solo, si acaso, la mala suerte. 

De la vida aprendí que el Odio es tan fuerte como el Amor, y como este, se puede esfumar en un santiamén, pero solo cuando reparas en que Oído es el odio al revés, aprendes que si te entra por un oído y te sale por otro es entonces cuando estás preparado para volver a amar.

De la vida aprendí muchas cosas, pero seguramente la más importante fue que las mejores cosas en la vida son también las más inestables y fáciles de perder, la sonrisa, el amor y la vida.








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marzo 26, 2021

El material del que están hechos los sueños

 


Nacemos, crecemos, vivimos, reímos, lloramos, amamos, odiamos, maduramos y, una vez que hacemos todo eso, solo entonces envejecemos. Solo para dar buena cuenta de que volvemos al origen del ciclo, léase aprender a andar, necesitar ayuda para comer, bañarte y otros menesteres, si bien sin dejar de lado un único fin, disfrutar de las cosas sin ningún pero y sin subterfugio alguno.

A menudo, muy a menudo de hecho, no reparamos en cuantas cosas nos mueven en el día a día. No caemos en la evidencia de que hay ciertos patrones, acciones y hechos que nos condicionan positiva y negativamente a la hora de afrontar nuestros quehaceres diarios y de acometer nuestras mejores y peores empresas. 

Un abrazo, un cruce de miradas, una nota en verde de un examen, una cita el viernes, un cumplido a destiempo, una casualidad aparente, una sorpresa grata o caída en desgracia. Un libro en una mesilla, un cielo estrellado en un mal día, un almendro en flor, una subida de azúcar, una victoria en el juego de moda o un cigarro a solas después de cenar.

Hay, sin lugar a dudas, miles de elementos que, por una u otra razón, nos mueven hacía delante o hacía atrás. Como si fuéramos la marea, a veces de noche de lluvia y otras de luna llena. ¿Y sabes qué? No es culpa tuya si el mar está agitado o está en perfecta armonía con tus sentimientos. Simplemente no elegimos lo que nos viene a continuación. Y de nada sirve prepararse para un Apocalipsis que nunca termina de llegar.  Es mejor deslizarse por la vida con todas y cada una de sus consecuencias. Sin reparos, sin miedos, sin resentimientos.

Cada segundo cuenta, tic, tac. Cada momento y cada persona son un tesoro por descubrir, para los demás y para sí mismos. El devenir incierto de nuestra voluntad solo nos conduce inexorablemente a cometer cientos de aciertos y errores. Y precisamente en eso consiste soñar. En aspirar a que en efecto querer es poder y que no hay nada ni nadie que pueda detenernos. Porque nosotros siempre tendremos un plan de viernes, un paisaje bonito y una lágrima por derramar. 

Porque la vida no está hecha para preguntarse lo que hubiese pasado o lo que hubiese cambiado si hubieses reaccionado de una forma distinta. Lo hecho hecho está. El pasado está ahí para dar sentido a soñar con un futuro mejor. Y nada ni nadie puede interponerse entre nosotros y nuestros sueños. Y si no consigues llevarlos a cabo, encontrarás, como hacía Chaplin con los principios, otros nuevos.



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marzo 16, 2021

A mi también me salvó Superman

 

Y por segunda vez en mi vida, ahí va, de nuevo, el vacío consecuente de terminar de ver la que ha sido, es y será mi serie favorita para siempre. 

Me siento feliz de poder disfrutarla, pero triste de no poder verla de nuevo ahora mismo como si fuera la primera vez. Esta historia me acompañó en algunos de los momentos más difíciles de mi vida,  crecí viendo muchas series, pero esta fue distinta. 

En las épocas en las que tuve que lidiar con compañeros violentos y desprecio clasista, esta serie hizo las veces de bote salvavidas para recordarme, desde la ficción, que lo ficticio a veces merece más la pena que lo real. Por triste que suene esa afirmación.

Las aventuras de Clark y sus amigos me dieron una segunda oportunidad de ser feliz estando rodeado de gente pero, sin embargo, completamente solo. La introspección del futuro Superman me permitió entender un poco más todos esos sentimientos que me corrían por las venas; rabia, furia, amor, desprecio, honor, lealtad, sinceridad, compasión, empatía, rechazo y felicidad entre muchos otros.

Aprendí, por magnificente que suene, que todos merecemos ser salvados, de uno u otro modo. Que la vida es algo inalienable y sobre la cual no podemos decidir en el lugar de otro.

 Que ser distinto no era en absoluto algo fácil. Aunque en lugar de serlo por ser de otro planeta y tener poderes fuese por tener una mente demasiado despierta y muchos motivos para no maquillar la verdad.

Aprendí que el amor puede ser tan bonito y tan cruel en la vida real como en una serie o un comic. También el valor de los secretos, algunos de los cuales, sin darnos cuenta, generan una responsabilidad para con aquellas personas a las que hacemos partícipes de ellos.

A fin de cuentas no todo el mundo está preparado para escuchar la verdad que uno tiene por contar y entenderla sin echarse a reír o indignarse haciendo un juicio de valor fuera de lugar.

Del mismo modo, aprendí a querer mirar hacia ahí arriba. Empecé a pensar en el universo, en sus habitantes, en las estrellas y en la cantidad de toneladas de sueños solicitados que arrastran por minuto. Entendí que hay cosas que no entendíamos y ni aun hoy llegamos a entender del todo. 

Que el ser humano ansía respuestas ahí arriba pero sólo a ratos, si no hay interés económico o de prestigio, no se mueve un dedo. Adquirí muchos de mis gustos (como el musical) gracias a esta serie que es Smallville.

Aprendí a observar y comprender que buscamos el origen  fuera de nosotros mismos desde hace tanto tiempo que el mundo se acaba por dividir entre gente frustrada por la incapacidad de saber las respuestas del universo y gente irrelevante y vacía que ni siquiera se plantea las preguntas.

Aprendí muchísimas cosas, y muchas de ellas fueron a raíz de ver esta serie, le debo mucho, muchísimo más de lo que puedo llegar a imaginar. Por gajes del oficio, mi nombre en Hebreo es Dan-i-El. Así que, en el fondo, siempre me sentí, como Kal-El, un poco parte de la familia El.

 Pero no dejaré de regalarme en elogios hacía esta pedazo de obra maestra, no tanto por su calidad cinematográfica, sino por haber estado ahí para mí. En el lugar exacto, en el momento exacto. 

Así es como a mi también me salvó Superman.

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