octubre 05, 2021
septiembre 19, 2021
Ella: drama moderno.
mayo 11, 2021
Momento parado
abril 25, 2021
Tú
Y de repente, así sin previo aviso, un día aparece la versión mas bonita que has visto de todos tus sueños. Todo lo que un día soñaste que la persona a la que quieres a tu lado tenía que ser. Y no sabes muy bien como reaccionar, la emoción y el miedo a perder se entremezclan en una nube etérea que no te deja pensar con claridad. Ya no sabes si estás soñando o estás viendo la realidad con tus propios ojos.
Todas esas señales que una vez dejaste en el camino, todos tus aciertos, tus errores, todas las noches sin dormir, las lágrimas derramadas y los proyectos a medias están ahí cuando giras la cabeza. Y como si fueras el próximo condecorado héroe que acaba de llegar de una importante conquista, ves ante ti las escalinatas del éxito que siempre quisiste ostentar.
Y arriba, en lo alto, a solo unos peldaños, ella. Esperando para entregarte tu corona de laurel por haber sido exactamente la persona que esperaba que fueras. Pero de repente, como si de una pesadilla horrible se tratase, se abre el cielo y te cae un rayo llamado realidad. Y te parte en dos. Y cuando ya pensabas que estabas a salvo te ves inmerso en una batalla contra ti mismo, una épica y nada agradable pelea entre tus mas sinceros miedos y tus deseos y anhelos más íntimos. Y te entran las dudas. De repente has olvidado como esgrimir tu espada del valor y derrotar al mal que se aferra a ti intentando consumirte. Ya no solo no sabes si subir la escalinata, sino que olvidas hasta el como hacerlo.
Quieres serlo todo. Quieres entender y ser entendido, comprender y ser comprendido, atender y ser atendido. Quieres ser la mejor versión de ti para ofrecérsela en bandeja de plata a la mejor versión de ella. Y no puedes dar un paso en falso, porque si hay algo que has aprendido sin lugar a dudas, es que el corazón tiene razones que la razón no entiende. Y cualquier palabra fuera de lugar o interpretada de manera errónea puede hacer las veces de puñales clavados en tu cuerpo de Cesar. No son los demás, es tu propia mente la que te traiciona y te deja en evidencia. Consejos vendo pero para mi no tengo.
Y la inestabilidad te embriaga. Y las dudas se apoderan de ti. Y ya no hay vuelta atrás, y tu lo sabes. Es ahora o nunca. O subes o no lo haces. Por un lado no puedes parar de pensar en la comisura de sus labios. Ni en los destellos plateados de su pelo, que lejos de hacerla parecer oxidada le dan un aura de unicornio plateado de esos que sabes que sólo verás una vez en la vida, como mucho. Por el otro, tus meteduras de pata que te ponen en una posición poco probable para subir con éxito.
De repente te viene a la mente lo que ya decía Hamlet en su soliloquio, ser o no ser, esa es la cuestión. "Esta previsión nos hace a todos cobardes, así la natural tintura del valor se debilita con los barnices pálidos de la prudencia, las empresas de mayor importancia por esta sola consideración mudan camino, no se ejecutan y se reducen a designios vanos."
Y sabes que, yo no quiero ser Hamlet. Yo quiero ser Romeo. Yo quiero amar y ser amado. Llorar solo de alegría y reír sin parar porque el mundo se puede quedar esperándonos mientras tu y yo estemos juntos caminando por un sendero hacía la felicidad.
No quiero ni deseo nada más intensamente que eso. Solo poder sentir eso. Sé que eres tú y es contigo. Y luego que la vida me lleve si es menester, preso de pedir deseos imposibles a cambio de solo un alma. Nunca he estado más seguro de nada en toda mi vida. Pero que antes me permita subir esos escalones y decirte que eres la persona más bonita que nunca jamás en toda mi vida tuve el placer de conocer y que tan solo necesite dos segundos para darme cuenta. Uno para verlo y otro para comprender y aceptar que eras real.
abril 20, 2021
Tragicomedia polisémica
"Si yo fuera atún, nadaría a contracorriente" le dije, para que el tiempo se pase en un Abril y cerrar de ojos. "Y seguro que moriría electrocutada" me dijo ella. Lo nuestro fue breve, fue amor a primera Birra. Y ella alegó que yo, por no saber, no sé ni como me siento. Yo le contesté que normalmente en una silla. A ella no debió hacerle mucha gracia porque saltó por la ventana más próxima hasta caer sobre la luna más próxima (pareció la de júpiter por lo menos de lo que tardó en caer) y mientras yo le gritaba "Paloma ten cuidado que no eres una boxeadora de peso pluma, que de pájaro solo tienes el nombre", ella por su parte me miraba con un resentimiento que parecía sentir dos veces al mes, con lo Agosto que estábamos.
Al menos me quedará su recuerdo tan fugaz e intenso como un Fotón que tenía en la mesilla de noche. Al final caí en la cuenta de que el tiempo todo Locura pero que de mientras corremos Estúpidos Velos hemos de saber lo que somos. Eso le dije a la camarera que me atendió y muy amable me replicó: " cómo el café?". En ese momento yo caí en la cuenta de que mi café había pasado de ser Bombón a Expreso, luego un Cortado y de ahí a un Solo seguido de un Capuchino por un par de meses hasta que me volviese encontrar como se diría mesa en inglés. Pues eso.
Así es que no supe muy bien que contestar. Ante mi cara de póker amigos ella decidió recomendarme: "tomate este, tomate eso, tomate aquello", y yo le dije que no era muy de ensaladas pero que saldría con ella siempre que hubiese un buen chuletón como buen chulito que soy.
Total, que al final contraí matrimonio el mes pasado, "será contraje" decía el amigo al que se lo contaba, y yo le respondí que obviamente, no iba a ir en chándal. También me preguntó como nos conocimos. Yo le conté que nos dimos un Verso y nos metimos en un grave Poema. En resumen, que la cosa no salió bien. "te dejó al revés? me preguntó el, yo le contesté que me dijo "jodete".
marzo 02, 2021
Anécdotas de madrugada
No todos los iris tienen arco, le dije, mientras ella fruncía su ceño en posición de matar. Al ver que no se despejaban las borrascas que me acechaban detrás de la siguiente palabra fuera de lugar, opté por sugerir que el poder de la imperfección radica en la esencia de nuestros actos. Pero claro, estaba hasta arriba del desinfectante más potente para las heridas que puedas adquirir en el mercado pasada la medianoche.
Ante el evidente rechazo y en un atisbo de intentar hacer por sujetar mi orgullo herido sobre una estaca como si fuera la espada del mismo Damocles, esboce una sonrisa y alegue a toda prisa que "yo era mas de museos que de musas" y que mi mente era un paraíso fiscal con licencias vip donde sólo yo puedo inmigrar y emigrar sin necesidad de permisos de obra y reforma. Como podréis imaginar no me fue demasiado bien, pero tampoco dramáticamente mal, 0 grados, ni frío ni calor, como diría Benny Hill.
Y aquí sigo, anclado en la cola del paro del amor clandestino de las noches de domingo mientras respiro aliviado por haber evitado una catástrofe nuclear en mi sistema nervioso provocado por los ojos más bonitos que nunca jamás he visto y que podrían haberme embargado todas mis propiedades de melómano rockero y de fanático empedernido de la razón que conservo yo en propiedad exclusiva y sin ánimo de prestarla a ningún otro ser vivo desde el 89.
enero 16, 2021
Érase una vez (Parte 2)
En un mundo en el que la gente de tu alrededor te violenta física y psicológicamente hablando, el ser humano tiene delante alguna que otra decisión por tomar. Pero quizá la más importante sea el elegir si prefieres luchar o rendirte. Estas dos respuestas llevan irremediablemente a hacer de tu mundo algo muy cruel e indigno. Pero no tantos se plantearon simplemente la doctrina estoica, aguantar. Aguantar no es luchar ni rendirte, pero es las dos cosas al mismo tiempo, sin embargo. Es una compleja solución para un problema sencillo y difícil. Un elegante broche a la respuesta que te conviene y que sin embargo deja secuelas mucho mas que inteligibles.
En mi caso fue aislarme por completo de la sociedad y vivir mi propia vida con mis aciertos y errores sin esperar nada de nadie ni nada a cambio de nada. Incluso cree una burbuja a mi alrededor que solo podían atravesar las mentes de los escritores ya fallecidos a los que leía incesantemente. Me encerré en mundos de imaginación supina donde yo tenía el poder de decidir mi propio destino, sin intermediarios, sin consecuencias buenas o malas. Solos yo, mi espada y mis monstruos por derrocar en sus malvados tronos de incomprensión.
Con el tiempo, esa burbuja se fue retroalimentando como el que pasa de inventar un mecanismo primario a una máquina de proporciones épicas. Mi mente había estado trabajando a mis espaldas mientras yo pernoctaba en fase REM y ella misma se retroalimentaba de esa mezcla de ego auto otorgado y de rabia y furia por vengarme de aquellas personas y situaciones en la vida que me habían hecho sufrir y padecer. Y el resultado fue algo brillante, una Super doble personalidad.
Hago aquí una pausa para dejar bien claro que en modo alguno se trataba de una enfermedad que me hacía actuar de manera errática o suponía cambios de humor radicales en un microsegundo. Sino más bien un escudo mas grande que el de cualquier emperador. Una personalidad chocante y efusiva que me permitiría relacionarme y vivir el día a día en una especie de modo stand by.
Para cuando me di cuenta de lo que mi propia mente había creado ya era demasiado tarde como para luchar contra ello, así es que decidí sacarle el mayor partido que pudiera. Nunca más y desde entonces me importarían realmente las ofensas, las conversaciones irrelevantes o la opinión en general de aquellas personas que no tuvieran mayor trascendencia para mí.
Me hice fuerte, muy fuerte, tanto que sin darme cuenta me había enfrascado en un sinfín de noches de bohemia sin ilusión y solo endulzadas por los licores que me permitían apenas recordar un ápice de la noche anterior.
Pero, sin embargo, mi otra parte del cerebro tampoco estaba trabajando porque las injerencias de mi perfil sociópata superfluo me impedían tener horas rentabilizables de trabajo para conmigo mismo al día siguiente.
De repente, un buen día, tras dos conversaciones con dos personas cuya opinión y trabajo siempre respeté me abrieron los ojos y me despertaron tirándome un cubo metafórico de agua sobre mi mente dormida para solo entonces darme cuenta de que llevaba tiempo sin haber nadie al volante. Y era la hora de volver y limpiar el estropicio, o al menos de evitar por todos los medios que volviese a suceder alguna vez.
Y tras ese momento, volví a mirar al cielo en busca del criterio de las que siempre habían sido mis guías espirituales y el método mas propedéutico de mi imaginación, las estrellas, las fugaces y las que no lo eran. Al fin de cuentas, como dice la ya resabida frase: “dicen las estrellas que los fugaces somos nosotros”.
Así pues y sólo después de comprender que una estrella fugaz en realidad es solo algo que nosotros vemos a destiempo y mal, entendí que me sentía mucho más cómodo cuando ellas o quienes fuera que vivieran en ellas me dieran las respuestas que yo necesitaba. Y que no necesitaba quizá pedir como deseo “volar” sino “volver a volar”, porque yo ya había volado, estoy seguro de ello, quizá no con mi cuerpo, pero si con mi mente.
Algo más fácil de entender para un budista que para un agnóstico de a pie. Todas mis respuestas estaban ahí arriba, sólo necesitaba sacar mi mano y usar la pantalla táctil que mi mente se encargaba de dibujar sobre el mapa de estrellas. Y ese día, ese día cambió todo.
Érase una vez (parte 1)
¿A dónde va el humo del cigarro que te fumas mientras contemplas el cielo estrellado? ¿Qué es la pareidolia? ¿Por qué el ser humano es tan sencillo y complejo a la vez como para dejarse influenciar por un vídeo de internet mientras alguien a tu lado se pregunta si hay algo más después de la muerte?
Corrían principios del siglo XXI cuando empecé a hacerme todas estas preguntas. Desde que era muy pequeño siempre entendí que estaba muy despierto o muy loco, algo que dependía rotundamente del interlocutor con el que estableciese un tema de conversación o con quien me mirase según en que momento de mi vida.
¿Es extraño sentirse más cerca de casa cuando estás absolutamente ensimismado, perdido en un mar de estrellas mientras la tortículis te devora por instantes? No sé si algún día sabre a ciencia cierta la respuesta, pero sí sé que llevo y llevaré cada día de mi vida haciéndome estas y otras muchas preguntas.
A decir verdad, mi vida es toda una incógnita. Nunca tuve mucho aprecio por permanecer seguro, guardar las distancias o ser ahorrador. Mi vida es un compendio de situaciones en las que los errores marcan la pauta con períodos muy señalados de luz y oscuridad. En mis poco mas de 30 años he visto, vivido, sufrido, pensado y llorado lo que una persona que podamos designar como normal o estándar hace en toda su vida.
He tenido accidentes de coche, me han atropellado, me he roto varios dedos e incluso tengo una placa que me permite hacer uso de uno de mis índices. He sufrido dolores inconmensurables, he perdido una tercera parte de la sangre del cuerpo, me han tenido que reconstruir la nariz por haber tenido alguna clase de defecto de fábrica y muchas otras cosas que no enumeraré para no aburrirme a mí mismo.
Y mientras todo eso pasaba yo salía cada noche a mirar las estrellas, fumarme un cigarro, escuchar a Coldplay y a Oasis para sentir que mi mundo, después de todo, no estaba tan mal.
Con el paso de los años ya bien entrada la segunda década de siglo las cosas no iban tal y como yo las había planeado. Parece que después de todo el bullying y el vivir fuera de la ciudad habían hecho de mi una especie de bicho raro que sólo se empeñaba en saber como funcionaba el mundo y tras un breve tiempo había parecido comprender que para poder encajar en el juguete de la sociedad debía ser otra cosa muy distinta. Craso error el mío. Me enfrasqué en fiestas universitarias, situaciones dedicadas al uso y disfrute de personas y situaciones que nada tenían que ver con lo que yo había sido tiempo atrás.
Pasado un tiempo comprendí que todo había sido una gran perdida de tiempo. O no. Había vivido increíbles experiencias sin mirar el reloj o el calendario. Había conocido cientos de personas y visitado los mejores y peores sitios donde alguien querría ir.
Me dejé llevar por la situación y cuando la situación se me venía encima y era el momento de tomar decisiones yo dejaba que el alcohol decidiese por mí. No fue difícil después de todo el dejarse llevar con los ojos cerrados. Si, tuve mis problemas del día a día para costearme un tren de vida, que lejos de ser alto o caro en valores monetarios, sí lo era en términos de salud física y mental. Un día el que había sido uno de mis mejores amigos en esta vida falleció fruto de una maldita enfermedad degenerativa, pero por aquel entonces yo ya no sentía nada ni siquiera con respecto a mí mismo. Fue mucho más difícil cuando por fin abrí los ojos y me di cuenta de que había dejado de disfrutar de algunas personas que habían estado ahí para mí, aunque no fuesen tantas, pero si las suficientes.
Cuando entré en la facultad de derecho lo primero que me dijeron fue que la Justicia era un término relativo. Y que todo cuanto creía sobre la justicia había de ser puesto en tela de juicio. Por aquel entonces no le di mucha importancia, pero en los años venideros comprendería perfectamente a que se estaba refiriendo ese profesor.
Yo nunca le di demasiada importancia a los prejuicios ni a ciertos valores intrínsecos de la sociedad que, a mi modo de ver, no hacían sino dilatar la ínfima distancia que siempre hubo entre lo bueno y lo malo.
Después de todo, ya había comprendido, que lejos de
equivocarse el profesor, efectivamente la justicia era, en efecto, relativa.
Ese día comprendí además que mentir no era algo tan malo ni tan poco común
siempre que uno no se mintiese a sí mismo. No podemos obviar el hecho de que,
nos guste mas o menos, la gente al final actúa por una especie de interés
propio que no es ni más ni menos que una declaración tácita de que la idea
primigenia por excelencia del ser humano es la propia supervivencia. Y en un
mundo donde no hay dinosaurios ni otras bestias que marquen las pautas de lo
que es un entorno hostil, es el propio ser humano su propia bestia. El hombre
es un lobo para el hombre como ya dejó caer Hobbes hacía un tiempo.
DPM
enero 15, 2021
Contigo o sin ti
agosto 03, 2020
Des-ventajas de uno mismo
Era como si pareciese que si pero no, como cuando arrancas una harley para escaparte... al supermercado. Como volar sin tener noción de aerodinámica o navegar sin rumbo. El azote de la disciplina y de lo que debe ser, a veces solo en su mente. Se tomaba siempre dos copas de más y se tiraba en pasos de cebra solo para sentir la adrenalina de ser de verdad. Era... un puto caos.
A veces concatenaba lunas sin sol de por medio, con ese horario vespertino tirando a noctámbulo empedernido del silencio y de exprimir la máxima de que a partir de las 12 no sucede nada bueno.
Orgulloso abanderado de la filosofía de pensar en el porqué de todo sin encontrar algunas de sus respuestas pero sin dejar de buscar en los mas exclusivos rincones de la sabiduría de Internet. Siempre hacía la cama y se rezaba a sí mismo que ese sería un gran día, justo antes de darse cuenta de que no había comprado nada para desayunar.
Prefecto de la prestigiosa organización mundial del "y si hubiera hecho esto otro" y fanático de ver las caras largas de gente sin trascendencia para él, a las que contestaba con una sonrisa de oreja a oreja sin importar que no fuera a ser apreciada.
Pues bien, ese soy YO.
febrero 17, 2018
Soy yo
Soy un loco. Un loco por vivir experiencias, mensajes y sueños. Soy un Julio Cesar entonando el Alea iacta est antes de cruzar el río Rubicón.
Soy inmaduro, para todo lo que no requiere ser una calcamonia de la seriedad. Soy un tipo entrañable, eligo siempre el camino que Beethoven y Ríos pautaron para mi. Soy sobrio, una hora al día durante algunas veces al año, el resto, como Tyrion, bebo y sé cosas.
Soy diferente, como todo el mundo dice, pero de verdad. Soy el alter ego de Jekyll y Hyde. Soy un libro abierto, impregnándose de pensamientos que se reflejan en textos y que narran lo que cada día aprehendo (si, con h) de mi alrededor. La locura me alimenta y me frena pues destruyo en mi soledad y guardo el criterio para cuando los locos son los demás.
No tengo celos, bueno si, como 2 rollos para pegar fotos de buenos ratos de cuando no hay tonterías y la filosofía la marca el akuna matata. Soy más bien de ir rápido, no me gustan los trámites, la burocracia, andar o ir conociéndonos. O todo o nada, o el pack megasuperultra o je ne sais pas.
Soy el amo y señor de mi destino, así es como llamo al menos a mi habitación según Google maps. La colonia adereza mi aura para que sea más difícil de conocer de verdad. Joder, no iba a dejar que todo me fuera fácil. Un poco efusivo, un poco radical, un poco hater de lo nuevo.
Atrapado en una época que no es mía, viviendo en un planeta distinto sólo hasta que Lansdorp me lleve de vuelta. Soy yo, admirador de lo etéreo, de las buenas conversaciones, de las reflexiones en voz alta. Admirador de ti, que me regalas lo más valioso que tienes, tu tiempo, porque consideras que merezco ser leído.
Soy soy soy soy, que más da lo que yo sea, que más da lo que seamos todos, demasiadas etiquetas ponemos en nuestras vidas, demasiados momentos truncados porque "yo no soy así". Vivamos joder, que nunca se diga nunca porque esa palabra sólo es la llave del baúl de todas esas cosas que guardamos sobre nosotros porque no están bien vistas. Que el criterio es fabuloso, como comprarte un nuevo abrigo, pero no hace falta demostrarlo a los demás sino sólo y casi exclusivamente a ti mismo.
enero 11, 2018
¿Qué es la vida?
Que es realidad y que es mentira?
Cuando eres niño toda mentira parece verdad,
Cuando eres adulto toda verdad parece mentira.
Así es la vida, que es vivir entonces?
Es un sueño de poder basado en libros de autoayuda.
Son ganas de joder, pero que no te jodan nunca.
Son gente de verdad y también personas cultas.
Es todo un sinvirir, pero que no termina nunca.
Mira alrededor, fiate sólo de tu interior.
Hazte grande, inmenso, la gente te recordará o no, sólo se trata de eso.
Bien y mal son cosas relativas, pero el precio a pagar al final, eso, eso es la vida.
noviembre 20, 2013
Una bonita peculiar historia.
Tommy recibió un correo (Bueno, realmente 2) de uno de sus fans, pidiendo ayuda con una chica… os dejo la imagen del mail que compartió tommy
Hasta aquí todo normal… ¿Os imaginaos cuantas cartas, tweets, mails, reciben los músicos reconocidos cada día? Pero tommy decidió ir un paso más, y esta fue la respuesta que le dio a su fan:
http://rafaeltuduri.com/increible-contestacion-de-un-musico-a-un-fan/