enero 09, 2019
enero 04, 2019
Que es que?
Que soy yo? Que eres tú? Que somos nosotros? Acaso importa? Que importamos ninguno? Porque el ser humano adolece la soledad cuando debe disfrutarla y la añora cuando no debería de tenerla?
Por que yo quiero y tu quieres pero los dos no queremos decirlo? Por que tanta excusa fácil y tanto alrededor para un interior vacío de expectativas? Por que el momento exacto y no el equivocado?
Por que el pendiente en tu mano o viceversa y no el saber ver lo bonito de ver fluir los sentimientos por doquier sin esperar un siniestro total al cambio? Miedo. Vivimos con miedo. Miedo de abrirnos, miedo de cerrarnos, de ser felices demasiado fácilmente pues vivimos según la premisa de que lo fácil no merece la pena. O si.
Nuestro mundo se divide en personas que no piensan y otras que lo hacen demasiado. No existe el punto medio de virtud que proclamaban los romanos. La gente tiene pilotos en la mente que se encienden cuando hay mucha actividad fuera de lo común. Nos arutinamos y nos arruinamos con ello. Quien más dice vive menos y quien menos, vive más pero quiere saber decir y no puede.
Culo veo culo deseo. Nada de potenciar nuestras skills. Sólo queremos seguidores con los ojos tan tapados como nostros para incrementar así nuestro falso ego.
Y digo falso pues si fuese verdadero radicaria en cosas mucho más trascendentales y no en una foto con filtros. Vive. Y que los demás lo comenten si no tienen nada mejor que hacer. Di, ama, odia sin medida. Eso te hará volver a sentir un chute de vida. Y no hay mejor ni más dura droga. Hasta aquí mi reflexión de hoy.
Por un 2019 plagado de éxito.
Un nuevo año por delante. Un sinfín de oportunidades para defraudar, defraudarse y ser defraudado. O no.
El año pasado por estas fechas lo empecé comprándome una buena cantidad de cartelitos y chismes con frases motivacionales en las que nunca he creído mucho. Sin duda mal no me vinieron. Obviamente la fuerza y la determinación no residen en esas frases pero si en lo que despiertan en tu interior.
Este año lo afronto con la determinación de hacer mi futuro aún mucho más grande ahora que ya conseguí salir de la senda cíclica y sin ton ni son de la noche y lo efímero. Veremos que me depara pero sin lugar a dudas es parte de mi propio ser hacer que el árbol de sus frutos. Y no pienso quedarme quieto.
Un saludo y muy feliz año a quienes quieran que decidáis invertir un ratito de vuestro tiempo en leer mi blog.