agosto 20, 2011

El error




Mas no impacientes al futuro
con futuras y embriagadas penas,
pues  no anhela oír de ti
lo que de sí mismo no anhela.

Vamos, no apacigües mi alma
Con rotundas sandeces venideras
Que para embarcarse siempre hay,
A desavenencia de algunos, tiempo de sobra.

Pero mi alma no habla de guerra
Ni de injurias ni gozos siquiera
Tan solo habla de latidos contados
De dados tirados con inexperiencia.

Saliendo al caso con paso resuelto
Por una princesa de mal criterio
Diré en mi favor que fui engatusado
Mas no pido clemencia, solo letargo.

Letargo de a pie, de pleno
Del que no exige soluciones
 bien porque no existan
O porque existiendo,
 no me sirvan de nada.

0 comentarios:

Publicar un comentario