febrero 24, 2012

La realidad más real, la que muchas veces obviamos.



Un hombre se sentó en una estación de metro en Washington DC y comenzó a tocar el violín, era una fría mañana de enero. Interpretó seis piezas de Bach durante unos 45 minutos. Durante ese tiempo, ya que era hora pico, se calcula que 1.100 personas pasaron por la estación, la mayoría de ellos en su camino al trabajo.

Tres minutos pasaron, y un hombre de mediana edad de dio cuenta de que había un músico tocando. Disminuyó el paso y se detuvo por unos segundos, y luego se apresuró a cumplir con su horario.

Un minuto más tarde, el violinista recibió su primer dólar de propina: una mujer arrojó el dinero en la caja y sin parar, y siguió caminando.

Unos minutos más tarde, alguien se apoyó contra la pared a escucharlo, pero el hombre miró su reloj y comenzó a caminar de nuevo. Es evidente que se le hizo tarde para el trabajo.

El que puso mayor atención fue un niño de 3 años. Su madre le apresuró, pero el chico se detuvo a mirar al violinista. Por último, la madre le empuja duro, y el niño siguió caminando, volviendo la cabeza todo el tiempo. Esta acción fue repetida por varios otros niños. Todos sus padres, sin excepción, los forzaron a seguir adelante.

En los 45 minutos que el músico tocó, sólo 6 personas se detuvieron y permanecieron por un tiempo. Alrededor del 20 le dieron dinero, pero siguió caminando a su ritmo normal. Se recaudó $ 32. Cuando terminó de tocar y el silencio se hizo cargo, nadie se dio cuenta. Nadie aplaudió, ni hubo ningún reconocimiento.

Nadie lo sabía, pero el violinista era Joshua Bell, uno de los músicos más talentosos del mundo. Él había interpretado sólo una de las piezas más complejas jamás escritas, en un violín por valor de 3,5 millones de dólares.

Dos días antes de su forma de tocar en el metro, Joshua Bell agotó en un teatro en Boston, donde los asientos tuvieron un promedio de $ 100.

Esta es una historia real. Joshua Bell tocando incógnito en la estación de metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de la gente. Las líneas generales fueron los siguientes: en un entorno común a una hora inapropiada: ¿Percibimos la belleza? ¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto inesperado?

Una de las posibles conclusiones de esta experiencia podrían ser:

Si no tenemos un momento para detenerse y escuchar a uno de los mejores músicos del mundo tocando la mejor música jamás escrita, ¿cuántas otras cosas nos estamos perdiendo?
Por: Josh Nonnenmocher





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He publicado este pequeño artículo a modo de historieta porque me resulta muy interesante la perspectiva que aporta sobre como las personas nos comportamos y por tanto nos acerca con ello un poco mas a conocernos mejor a nosotros mismos y nos ayuda a percibir como podríamos cambiar para mejorar nuestra manera de afrontar cada situación y cada experiencia de que somos partícipes en la vida.


En este caso en particular, podemos observar como la gran mayoría de la gente obvia a un genio del violín solo porque no saben quien es y porque van a toda prisa, sin pararse a  escuchar simplemente por lo mas básico, por la belleza del sonido que les transmite. Las cosas a veces no son lo que parecen para bien o para mal, pero no por ello significa que debamos de dejar de intentar vivir y conocer y aprehender el mundo que nos rodea. Yo os invito a ello, conoced y disfrutad de cuanto os rodea, de un rayo de sol en un atardecer, de un cielo estrellado, de una nube que parece tener forma de corazón, de un amigo que se va mañana a londres o de un monólogo, o cualesquiera otras cosas que puedas tener ocasión de disfrutar.


 En cualquier caso hemos de intentarlo, porque la vida es esto, intentos, intentos repetidos de conseguir aparentar ser feliz o tratar de llegar al estado mas parecido que pudiera haber, de haberlo. 

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enero 31, 2012

Medianoche



El corazón ve al amor
como el corazón quiera verlo
pleno o falto de razón,
con ojos oscuros o claros.

Y el cielo de mi vida se ha sumergido
sin razón aparente siquiera,
en un mar de cuestiones
para las que no hayo respuesta.

Mirando al cielo con la osa mayor
abro el turno de preguntas de mi vida
cada día, cada noche
y cierro con la osa menor toda duda
cual brillante broche.

Tal vez falta de experiencia,
tal vez fruto del derroche
victima del desgaste
pero nunca encuentro caminos
para volver a amarte.

Llamarte, amarte, al mar de noche,
no sales de mi pensamiento,
pienso, miento, o eso intento
pero pretendo odiarte,
eso es todo.



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enero 11, 2012

El inicio y el final


El suelo, el principio del principio,
el final de los finales,
da igual si tocaste un día el techo
o si te caíste antes.


El suelo, tu mejor visión al inicio
luego solo será un recuerdo
más tarde un cuadro borroso,
y al final, solo precipicio.


Es bueno medir cada paso con cuidado
y ante la adversidad,hacer de tripas corazón,
por si algún día arriba te dan de lado
saber que ahí abajo te espera algo mejor.


Arriba, solo el azul se extiende,
veras el cielo en lo alto todo engalanado
y en un charco de lluvia reciente,
mira y verás como no brilla tanto.


Y luego al final de todo,
irás caminando por la calle
y verás que lo que ayer fue bello
hoy son solo ruinas.


Y que las piedras en el suelo,
como minas, como puños
serán solo los restos de un retrato,
de una vida, de un sueño,
más ahora son solo eso, recuerdos.


Tal vez entonces, lo único,
lo menos malo, lo correcto,
sea poder contarlo,
con una foto en blanco y negro.


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enero 10, 2012

Cuan profundo amor...roza la locura...pero a fin de cuentas en eso consiste el amor


ASIA | Ceremonia en Tailandia

La novia cadáver

Chadil Deffy besa a su novia durante la boda. | E. M.
Chadil Deffy besa a su novia durante la boda. | E. M.
Un tailandés se casó con el cadáver de su novia muerta en un accidente de tráfico para unir sus almas en la eternidad en una ceremonia en el que la esposa yació ataviada de novia, informaron este martes los medios locales.
La boda de Chadil Deffy, vestido con un traje y sombrero de copa negros y una pajarita blanca, y su novia Ann se celebró el pasado 4 de enero en la provincia de Surin, en el noroeste del país, en una ceremonia budistaa la que asistieron sus familiares y amigos.
"Nuestro amor fue algo muy grande, pero por lástima no podemos viajar al pasado y cambiarlo. La vida es corta, hoy cumplo mi deseo y agradezco a todos los que están presentes", manifestó el novio en la lúgubre ceremonia.
El joven de 28 años envió una invitación a todos sus conocidos a través de su página de Facebook para el evento, que se celebró cuatro días después del accidente, ocurrido el día de Nochevieja.
Las imágenes del siniestro enlace, aunque por amor, fueron mostradas en la televisión tailandesa, mientras que casi 30.000 personas las han visto y escrito sus comentarios a través de la página personal de Chadil (facebook.com/chadildeffy).
Las fotos muestran a la joven en la cama del hospital y luego en la boda vestida de novia, con una flor en el pecho y una liga blanca, mientras que Chadil le ponía el anillo y la besaba en la mano y en la frente.
La muerte está muy presente en la cultura budista, donde en los funerales los allegados hablan distendidamente y rara vez derraman una lágrima y los monjes llegan a meditar sobre cadáveres para recordar lo efímera que es la vida.
Para Chadil Deffy, el mejor regalo de boda será ver cumplido su deseo de un reencuentro con su amada en su próxima vida.

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Se irán



Con el paso de los días
el tiempo se irá, 
y con él, alegrías y sueños
y al final solo quedará pena.

Y con la marea se irán deseos,
se irá la llama que hubo una vez,
se irá todo lo que fue importante ayer
y hoy no son más que recuerdos.

Y con la luz del sol se irán los ciegos,
porque la noche nunca fue tan oscura
y porque la luna no da cura, a todos ellos,
porque solo queda huir cuando uno y uno no son dos.

Y con el viento se irá el amor,
dividido, desorientado,
porque lo que ayer eran puntos cardinales
hoy son solo cardenales y heridas.

Entonces la tierra también se irá, 
porque sin tiempo y amor el escenario no importa,
porque no tiene sentido no sentir
ni sentir cosa alguna si es sin ti. 


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enero 09, 2012

“El Sueño de los Invidentes” por Txus Leal Tejada


Os dejo aquí el texto que me ha pasado mi amigo Txus para que, con sus grandes y geniales letras os deleite como me ha deleitado a mi, de verdad, un magnifico texto, muy fácil de leer y que a la vez invita a una poderosa reflexión interior.  Quiero darle las gracias públicamente como ya lo he hecho en privado por colaborar con su granito en que este Blog siga creciendo. Os invito a lo demás a hacer lo propio. Sin mas dilación, doy paso al mismo. 

Al despertarme, tras una noche de placido sueño, advertí que no conseguía abrir mis ojos, todo a mi alrededor era oscuro, entreveía siluetas sin forma, como bultos en mi camino hacia la puerta de salida de la habitación. Mi garganta no lograba graznar sonidos de auxilios. Por mi interior desfilaban todas sensaciones de nerviosismo, de padecimiento y de rechazos al ordenarle a mi cuerpo moverse para buscar ayuda.
Entendía que debía permanecer  sosegado en mi cama reclamando  serenidad y sosiego. Tan agotado me encontraba, que volví a quedarme dormido, adentrándome en un nuevo sueño.
Desperté en una gran avenida de cuantioso transito de gente, todos llevaban una venda en los ojos, yo pretendía reclamar su atención pero nadie advirtió mi reclamo. Seguí caminando hasta llegar a una playa y me senté a mirar el mar. La playa permanecía vacía, nadie paseaba, nadie se bañaba, no se oían las risas de los niños, aquella playa, que en ocasiones anteriores estaba llena de vida, en mi sueño persistía muerta.
De repente,  un señor anciano se sentó a mi lado y sin mirarme señaló en dirección a una pequeña isleta en medio del mar.
¿Qué encontrare allí? Le pregunte
La respuesta a tus miedos. Deberás ir nadando hasta allí , es la única forma de llegar. ¿A que esperas?.

No lo pensé ni dos veces, y me sumergí en el mar. La travesía hasta la pequeña isleta no era tarea fácil y comencé a nadar.  El mar estaba en calma, pero a mitad del trayecto las corrientes de aguas frías  mellaban en mi cuerpo, seguidamente un oleaje fuerte se empezó a interponer en mi camino, las olas me agredían con mas rabia al acercarme a mi destino, y las mareas de algas se pegaban a mi cuerpo con la intención de frenar mis brazadas. Desorientado me encontraba  y pensando en volver a la playa, cuando antes mis ojos una mano se extendió y me ayudo a subir a tierra firme, percatándome que se trataba  del mismo anciano que me encontré en la playa.

Deberás esperar sentado y en silencio a que llegue la caída del sol y nazca la noche, con su aparición entenderás el porque de este viaje hasta aquí.
Se alejó lentamente y yo le grite: ¿Cuál es tu nombre,  noble anciano?
Me miró fijamente a mis ojos y esbozo una leve sonrisa. “Me llamo Destino” y te he traído hasta el camino por el cuál debes de transitar buscando tu felicidad.
Al llegar la noche aviste una candente y brillante luz  que provenía de un faro al final de la isleta.

Yo seguía allí sentado, observando como el sabio anciano me había indicado, y poco a poco fueron apareciendo personas a sentarse también ante la luz de aquel  faro.
Mientras se sentaban, dejaban caer vendas de sus manos, y todos mirábamos hacía aquella luz. Había personas de todas las edades, de todas las razas, de sexo masculino y femenino. Todos permanecíamos sentados. Cada vez se aproximaban mas personas y mas vendas caían al suelo. 
Me sentía tranquilo, nadie me miraba mal, nadie me señalaba, todos permanecíamos en un estado de tranquilidad,  de armonía. De repente las personas se empezaron a besar, hombres con hombres, mujeres con hombres, mujeres con mujeres, y seguidamente llegaban abrazos, risas. Nadie miraba a las personas que tenían al lado con desprecio, era todo normal.
Al volverme un chico me abrazo y me beso, me sentía plácido sin miedos. El chico se alejó y una mujer me volvió a besar con el correspondiente abrazo. No me apreciaba nervioso, no padecía inseguridades,  mi cuerpo no rechazaba los besos de la mujer ni  los abrazos del chico.

Se formaban parejas que unidas por las manos se lanzaban al mar para regresar a la playa.
Aquella mujer tomo mi mano derecha y el chico la mano izquierda y los tres juntos nos sumergimos en el mar hasta llegar a la playa. Allí en la orilla nos separamos  y yo volví a tomar el camino de regreso por la gran avenida de mi ciudad.
Seguía el acelerado trascurrir de gente y al pasar a mi lado, sus vendas se caían como las hojas de los árboles al llegar el otoño. Cruzábamos nuestras miradas y sentí tolerancia y compostura cuando me observaban, pero sobre todo una gran liberación de culpabilidad.
La luz del faro era simplemente los esfuerzos de muchas personas para iluminar a todos aquellos que eran invidentes y no deseaban vernos tal y como somos por dentro.

Mi nombre es Txus Leal, era invidente como muchas personas de la sociedad, pero no porque yo no pretendiera ver, sino porque ellos eran los que no respetaban verme a mí y por eso mas que sueños,  sufrí durante mucho tiempo pesadillas.
Como director de este cortometraje, quiero darle las gracias a todas las personas que me iluminaron para escribir este cortometraje, y a todos aquellos que encontré en esa isla  y se sumergieron conmigo en las aguas de su realización.
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enero 05, 2012

Tres curiosidades



La pareidolia (derivada etimológicamente del griego eidolon: "figura" o "imagen" y el prefijo para: "junto a" o "adjunta") es un fenómeno psicológico consistente en que un estímulo vago y aleatorio (habitualmente una imagen) es percibido erróneamente como una forma reconocible. Una explicación de este fenómeno conforme al funcionamiento del cerebro, es descrito por Jeff Hawkins en su teoría de memoria-predicción.


La apofenia es la experiencia consistente en ver patrones, conexiones o ambos en sucesos aleatorios o datos sin sentido. El término fue acuñado en 1959 por Klaus Conrad, quien lo definió como «visión sin motivos de conexiones» acompañada de «experiencias concretas de dar sentido anormalmente a lo que no lo tiene».
Conrad describió originalmente este fenómeno en relación con la distorsión de la realidad presente en la psicosis, pero se ha llegado a ser más ampliamente usado para describir esta tendencia en individuos sanos sin que esto implique necesariamente la presencia de enfermedades neurológicas o mentales.
En estadística, la apofenia debería ser clasificada como un error de tipo I. La apofenia se usa a menudo como explicación de afirmaciones paranormales o religiosas. Se ha sugerido que la apofenia es un vínculo entre la psicosis y la creatividad.


La Hierofanía, del griego hieros (ἱερός) = sagrado y faneia (φαίνειν)= manifestar. Es el acto de manifestación de lo sagrado.

El término fue acuñado por Mircea Eliade en su obra Tratado de Historia de las Religiones para referirse a una toma de consciencia de la existencia de lo sagrado cuando éste se manifiesta a través de los objetos de nuestro cosmo habitual como algo completamente opuesto al mundo profano.
Para traducir el acto de manifestación de lo sagrado, Eliade propone el término Hierofanía, que es preciso, ya que se refiere únicamente a aquello que corresponde a lo sagrado que se nos muestra.
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enero 02, 2012

De los propósitos y las oportunidades




Nuevos comienzos y nuevas soluciones para nuevos males y otros tantos que no siéndolo no dejan de necesitar de una solución.

Entra un nuevo año, y con el nuevas expectativas y nuevos deseos nos invaden a todos, nuevos sueños por realizar. Realmente no somos conscientes muy bien de hacia donde se dirige nuestra vida ni podemos prever todos aquellos matices que cada instante, cada segundo, nos conducen en una u otra dirección.

Y aún así el ser humano es cabezota, necesita expectativas que cumplir para consigo mismo. Todos hacemos promesas de las que nosotros mismos somos los guardianes. Y nos empeñamos en que "esta vez será de verdad".

Yo, como muchas personas, también tengo mis expectativas para el año que entra, si bien la diferencia entre mi yo del año pasado y el de este no es más que un día. Tan solo un día me separa de lo que fui y lo que pretendo, anhelo llegar a ser. El tiempo es un inconveniente, el tiempo es quien nos marca los limites de nuestras expectativas.

Y yo que sueño como nadie jamás ha soñado soñar, me dedico nada mas empezar de nuevo el juego a frustrarme pensando que solo dispongo de 365 días más (salvo que Dios tenga algo que decir de por medio)y a mirar las estrellas dando ya por sentado lo que hoy se me presenta como una obviedad, ¿Dónde está ella? esa es mi pregunta, ese es mi deseo, mi objetivo, mi meta, mi única sincera y profunda expectativa, para lo demás puedo apañármelas solo, puedo ser mi propio vasallo, mi propio aprendiz, pero, como sustituir el amor, para mí, causa y solución a muchos de los grandes problemas de la vida, también de Mi vida.

Sigo creyendo, como fiel, como apasionado, como acérrimo, como fanático, como crédulo, como un autentico y completo estúpido. Y hasta el día en que me muera lo seguiré pensando, pero hasta que ese día llegue solo me queda que seguir generando mi única sincera expectativa año tras año. ¿Será este el año? os lo diré en 365 tiradas de dados. Un saludo, gracias por estar ahí a todos aquellos que me lean y por supuesto, os deseo un feliz nuevo año 2012.

" No rompo mis sueños por afrentas pasadas,
tampoco vivo en conjeturas venideras,
ni sueño en balde ni un poco ni nada,
aunque le pese a mi alma."



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diciembre 10, 2011

Lo demás, está de más



Esta noche alcé la vista al cielo, como cada día, como cada noche desde hace ya unos cuantos años. Como un asiduo a tal visión, como un fanático del techo.

Y lo que vi me sorprendió sobremanera. No recuerdo haber visto tal cosa en todo este tiempo atrás. En derredor de la luna, un haz de luz, que se yo, un aura, que oscilaba pendiente con la luna por epicentro. La visión se me ha presentado como un hecho insólito, como un deber de estar ahí hasta que, poco a poco, la circunferencia de colores del arcoíris se ha ido disolviendo o eso creo yo, entre la maleza nubosa.
Por unos instantes estábamos ahí, la luna y yo, y nadie mas, un circulo en que solo la luna y yo cabíamos, y pensé yo, cuan bella prisión es esta que me condena a tan solo poder mirar tan exquisita perla. Por un momento no he sentido sino ausencia de frío, de sueño, de miedo y cualquiera otra de las sensaciones que recorren nuestro día a día. Me he sentido incorpóreo, podía volar mas allá de lo entendible, al margen de toda discreción de razones. Por un instante no he necesitado preocuparme por el amor, por el odio y ni siquiera por eso que llaman futuro designando tal vez el devenir incierto de la vida de cada uno.

Entonces he entendido que esa era un señal, una señal para aprender a discernir que más allá de todo, está nuestra mente y que esta y no ningún otro elemento es la que nos permite volar, soñar, o simplemente ser quienes somos o quienes queremos llegar a ser. Y ahí no existen penas ni llantos, ni alteraciones del alma, y ni siquiera de la rutina, pues es esta la única y exclusiva realización de nuestro propio yo.

A veces olvidamos cuan importante es la satisfacción de reparar en uno mismo y de poder dedicarnos realmente, unos minutos de nuestro valioso tiempo a nosotros mismos. Cosa que dista mucho de ser el echar una partida a un videojuego o salir a tomar una cerveza, que aun siéndonos placenteros a la vista y a algunos otros de nuestros sentidos, simplemente nos ayudan a evadirnos de pensar en nosotros mismos. A la gente le agobia ese espacio infinito que hay dentro de cada uno. Se esta convirtiendo en norma general la evasión por beneficencia para con nosotros mismos, y esto no ha de ser así, porque a veces merece la pena recordar aquella idea de "in midus virtus est" para darnos cuenta de que no debe agobiarnos no quedar con los amigos o con la novia si previamente no hemos quedado con nosotros mismos unos minutos.

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