marzo 03, 2022

Soliloquio

Hoy el mundo está en guerra y yo conmigo mismo, también. Me he dado buena cuenta de que últimamente no puedo evitar pensar en que mi futuro es demasiado incierto y, en cierto modo, es también demasiado tarde.

 "Otros ya están casados y con hijos". Con una casa grande y una hipoteca aún más grande a plazos fijos. Últimamente lloro en el silencio de la noche ante la expectativa plausible de morir solo mientras veo películas con final feliz. Unas son románticas y otras no. La vida me ha dado tantos palos que ya todo me sabe a nada. Realmente no disfruto de nada, ni de nadie, porque solo me limito a pensar en que algún suceso posterior me joderá el día.

 Justo ahora al presidente de Rusia le ha dado por invadir un país y matar a miles de personas y ha especulado con la posibilidad de usar armas nucleares. Y la verdad, ojalá alguien se cargue a ese tio que esta arruinando la vida de tantas personas inocentes. Pero eso me hizo pensar en cuanto valoro mi vida. Y la verdad es que he llegado a la conclusión de que una bomba nuclear no sería un final tan malo después de todo. Le daría algo de solemnidad a una muerte inerte.

 Un estar por estar y sin ambición de luchar más. Ya me estoy cansando. No puedo decir que haya tenido que pasar hambre ni otras cosas en exceso desagradables después de todo. Pero a veces, la soledad es también una auténtica tortura.

 Desde que volví a mi ciudad me siento como un completo desconocido. No tengo apenas amigos ni pareja ni relaciones interpersonales de ningún tipo. Y ya me cansa. Remar solo en una barca demasiado grande. Ser el que escucha pero nunca ser escuchado. Ser el que apoya, pero nunca ser apoyado. 

Me embriaga la impotencia de no poder salir de un pozo demasiado profundo en el que nunca imaginé terminar. Pero aquí estoy. Hundiendome en arenas movedizas y sin cuerda ni brazo alguno al que aferrarme. Y la vida es eso. Puedes saber cuánto desees que como seas distinto a ciertos baremos prepárate para una vida de inmundicia emocional y soledad impuesta. 

Y de otras cosas habrá medidas o puede que tengas experiencia y capacidad de afrontar la soledad. Pero la soledad se parece más a coger arena con la mano. Puedes coger toda la que desees que siempre habrá más. 

0 comentarios:

Publicar un comentario