abril 03, 2011

Cegado




Oh! Mientras las desventuras del cuerpo hablan,
Mientras las conjeturas de la muerte acechan,
Mientras lleve una vida tan presta
No será en tanto cuando se corte mi cuerda.

Oh! Mientras grito entono al cielo,
Mientras todo avanza, mi vida pasa corriendo,
Mientras Caronte me espera en su mar Muerto
Pero ni ton ni son quiere oír del luego.

Esta es la historia de un ciego
Que ver veía pero no hacía por ser delito.
Esta es la historia de un mito caído
Que creyó tener la luna en el reflejo de su botijo.

Mil y una batallas contaron de él,
Pero ninguna era cierta.
Mil hazañas de oropel nomás,
Que se caían de falacia.

Y allá y aquí va contando el
La siguiente patraña,
Corre, vuela dice él, pero va en silla de ruedas.
Un dragón le dejó cojo dice él,
Pero fue la soberbia no bicho tan cruel
Quien le dejó sin alas, sin piernas, sin fe.
Y aquí y allá la gente recita sus versos,
Farsas, mentiras todos ellos,
Pero la gente recita por ser tan perfectos.

Y aquí y allá van las mentiras de un pobre insensato,
Que pedía de la vida más oro que buen trato,
Mas ni una ni otra consiguió alcanzar.

Y el sol radiante en lo alto, de juez hace las veces,
Que no son mentiras ni farsas, tan solo sandeces,
Pero con estas ahora y para siempre,
Seguirá la vida más también la muerte.

Y así de pasada dejó estos versos
Para que quien quiera los escuche,
Los prefacios de un muerto,
De un muerto en vida tanto o más que en muerte,
De un insensato a quien le juzgó su propia suerte.

Y siendo ser totalmente inerte
Le dejó la vida y su propia mente,
Le dejaron sus logros y sacrificios
Por los que había luchado siempre.

Y así me despido con el rostro zanjado,
Con las manos cubiertas,
Con ojos  avizor y una pena eterna.

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