octubre 07, 2011

MI OTRO“YO”




Según se lee el titulo parece que lo que va a venir después es una profusa defensa de ese fenómeno que llamamos bipolaridad. Pero esto no es así, lo adelanto. Son aproximadamente las 18:30 de la tarde hora española, me encuentro en la Biblioteca estudiando cuando de repente una canción me ha venido a la cabeza, y con ella, una intensa sensación de furia. 
Pero no ese tipo de furia que carece de sentido alguno y que se basa en destruir por destruir, sino mas bien furia de la que se provoca cuando miras y ves personas con las que has tenido roces varios y a las cuales en tus pensamientos no les deseas precisamente una vida plagada de placeres.

Es entonces cuando he caído en la cuenta del lado oculto que existe en mí mismo. Un lado que me llevaría a hacer muchas cosas, algunas de las cuales están tipificadas en el código penal, pero que por suerte (supongo) quedan relevadas a un segundo plano, esto es, a mi mente.

Día tras día conocemos a más y mas personas, o hacemos como que conocemos porque al final no conocemos a nadie realmente, pero bueno esa es otra cuestión. Volviendo al tema, conocemos a muchas personas, y de algunas pensamos bien, de otras pensamos mal, y es inevitable que el sentimiento sea reciproco en unos casos, discordante en otros. Quizá esto se vea en cierto modo alterado por esa falacia que constituye la imagen de la mayoría de las personas. 

El caso es que cuando existen esos roces las personas generan entre sí un vínculo, de amor-odio. En principio es muy fácil decir “quiero o desearía que todos me apreciaran” pero tan incierta es la posibilidad de que eso suceda como de que tú mismo lo desees efectivamente.

Estoy convencido de que todos tenemos un lado oculto, un mundo paralelo en nuestra mente donde los actos de desenfreno no son inviables y donde los actos ilícitos tampoco tienen porque ser justamente penados porque nosotros sabemos que tenemos razón, somos nosotros los propios jueces de nuestro mundo. No existe ente superior que nos comande ni por supuesto que nos convide a no actuar de una manera ilícita. Teniendo esto presente hemos de ser conscientes de que no siempre es fácil vislumbrar donde se encuentra la frontera de ambos mundos. 

Evidentemente no mucha gente en consecuencia de esto se pone a matar gente (aunque también los hay) pero sí que a lo mejor nos induce a tener una discusión que podríamos haber evitado o meternos en jaleos donde podríamos no haber incurrido o meternos en una pelea que podríamos en definitiva haber dejado de tener.

Somos imperfectos en la realidad, más allá de ella también lo somos, aunque no tanto para nosotros mismos, unas veces más, unas veces menos. Pero sea como fuere todos tenemos un “yo oculto” que no procede de la manera que resulta pertinente sino de aquella forma como nos gustaría proceder. Dicho esto, solo nos queda reflexionar sobre como abstraer cada vez mas de nuestros problemas a nuestro yo oculto si lo que queremos es ser amados, o al revés si lo que deseamos es justo lo contrario, y tu ¿de qué lado estás? 

En mi caso personal a veces necesito estar en mal lugar, porque sentirse odiado a veces te hace sentir mejor de alguna extraña manera, te otorga un poder que los demás no entenderán pero tu si, y eso te satisfará en un sentido, al igual que ser políticamente correcto lo hará de otra forma, en cualquier caso siempre es bueno estar un poco en ambos lugares para poder ver tanto el pico del iceberg que somos como lo que hay debajo del agua (viendo esta como el grado 0 de autoconocimiento).

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