abril 02, 2021

I need a Hero



¿Alguna vez has cerrado los ojos, has vuelto a abrirlos y has podido sentir esa fuerza interior que te hacía percibir la realidad en derredor como si fuera una especie de juego tridimensional que modificaba tu visión haciéndote ver más allá de las cosas? Yo si. Si tu también entonces quiere decir que en más de una ocasión has intentado escapar del mundo que te rodea. Has intentado pintar un mundo mejor con pinceles que solo tu podías usar. Como si fueras el Miguel Angel de tu propia Capilla Sixtina.

Has sentido esa desconexión y ese desapego con todo y con todos porque nadie podía entender el universo que hay en tu mente. Posiblemente ni siquiera hayas hablado de ello con nadie, porque piensas que a tu edad hablarle a otra persona de que tienes un mundo superpuesto a otro como si fuera papel cebolla no suena demasiado cuerdo que digamos, ya sabes, estas pipiripipi de la cabeza. 

Pero, ¿y si no? ¿y si lo que tu sientes, esa fuerza, esa sensación de volar y de energías que recorren tu cuerpo y te colocan en medio de una escena en la que tu eres el que salva el día y sale en los telediarios como héroe enmascarado no es tan irreal? ¿y si te dijera que hay más como tú? ¿que, después de todo el dolor en silencio, resulta que no eres un dinosaurio extinto ni carne de psiquiátrico? 

Vivimos en un mundo donde el sentido común es el menos común de los sentidos. Donde la gente va de un lado a otro pero en realidad no va a ninguna parte. Donde la gente rechaza romper su frágil burbuja rutinaria por miedo a la incertidumbre que habita en cada esquina y en cada rincón de sus capacidades analíticas. 

Las personas, corrientemente rechazan pensar, huyen de pensar, huyen de soñar y enaltecen como sueños asuntos vacíos repletos de me gustas en sus redes sociales. ¿Cómo demonios iba a poder crear una realidad suprasensorial entonces alguien que rehúye tan eficientemente de todo lo que suponga estrujarse el coco? No puedes pedirle peras al olmo, como se suele decir.

Pero la verdadera cuestión es... ¿son ellos los locos o tú? y la respuesta no podría ser más sencilla. Tú eres el loco. Porque, ¿a quien se le ocurriría la remota idea de tener tanto que vivir y sentir que necesites crear un mundo a parte? La respuesta es SOLO A UN LOCO. 

Ahora bien, ¿es realmente negativo ser el loco de la película? Yo creo que no. Bajo mi humilde punto de vista entiendo que si vivo en una sociedad precaria en valores y en criterio ¿por qué habría de sentirme yo como el intruso al ser excomulgado de una fe ciega que solo calla y obedece a un sistema que no existiría ni en los sueños más húmedos de Orwell?

Eh, que no pasa nada, todo está bien, en su sitio, justo donde debe de estar. No te rompas en pedazos solo porque el mundo no te entienda. Eso no te hace peor, te hace distinto. Pero eso no es malo. Eres uno de esos pocos afortunados que ha visto la luz fuera de la Caverna y rema en la dirección acertada. Sabes mas que muchos, eres mucho más que muchos, y tu lo sabes, en tu foro interno sabes que tu tienes superpoderes porque nada ni nadie puede herirte en tu superposición de la realidad. 

Es ahí donde de verdad descansas, donde de verdad te sientes a gusto y en casa, ese lugar ficticio al que, irónicamente, realmente perteneces. Es donde perteneces y la única cosa que debes tener realmente presente es que si aparece otro superhéroe o superheroína en tu radar, has de saber verlo y brindarle tu apoyo para luchar juntos a capa y espada contra el crimen de un mundo que os oprime en silencio, desde el destierro y que no os entiende, ni falta que hace. 


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